la cúpula de san pedro

Pedazo garito en que estuvimos ayer...una verdadera iglesia convertida en bar de copas con todo lo que conlleva en sonido y estética. Gente muy agradable y buena suerte con el público que casi llenó...y eso es mucho decir para un local en el que podrían entrar fácilmente unas 300 personas.
El caso es que salió una velada la mar de divertida, y gran parte de culpa la tuvo la estupenda cenorra y la calidad del solomillo del "Sotanillo" (esto se empieza a parecer a una guía de turismo y gastronomía). Por allí estuvo Chuchi (Wanky) para terminar de rematar.