Segunda visita de la jauría a tierras burgalesas.
El pequeño Clunia fué testigo.
Esta foto era imprescindible.
El revuelto trajo sus consecuencias.
La escena del crimen.
Relajación en los camerinos.
Se nota el ambiente confiado fruto de los meses de rodaje y de la fuerza otorgada por el objeto de poder.
viernes, 25 de marzo de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario